Balneario de Krynica, Polonia, 1960. Sin ser invitado, Nikifor (Krystyna Feldman) entra en el estudio de Marian Wlosinski (Roman Garncarczyk) y despliega sus pinceles, pinturas y caballete. Llegó para quedarse a trabajar. La vida de Wlosinski, tranquila y estructurada, se ve enormemente alterada. Con el tiempo Wlosinski, poco entusiasta del arte popular, comienza a valorar el trabajo de Nikifor. Admira su fe y libertad espiritual. Comprende la importancia de pintar independientemente de la crítica, de vivir con profunda humildad y sin fijarse en lo temporal. Sucesivamente Wlosinki se da cuenta de cuán esclavizado está por la educación artística recibida - adicto a la pintura tradicional, opiniones y juicios, así como a sus sueños de ser exitoso y establecerse materialmente.
FA 3792
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