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El alienista
Siglo XIX. La población de los Serafines ya no tiene un
sacerdote, el párroco huyó llevándose consigo las valiosas imágenes de oro y
plata de la iglesia local. Doña Evarista, una poderosa matrona, trae de la
capital al padre Simón, quien también es psiquiatra, con ideas avanzadas. Él se
preocupa más por la salud mental de los feligreses que de sus almas. Con la
ayuda de la protectora, él hace construir un hospicio, la Casa Verde, donde
encierra a todos los ciudadanos considerados locos. La confusión irrumpe en el
asilo; es difícil establecer los límites entre la razón y la locura.
FA 7680
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