28 Days Later (Danny Boyle, 2002)
28 días después / Exterminio
Londres es un cementerio. Las calles antes abarrotadas están
ahora desiertas. Las tiendas, vacías. Y reina un silencio total. Tras la
propagación de un virus que acabó con la mayor parte de la población de Gran
Bretaña, tuvo lugar la invasión de unos seres terroríficos. El virus se
difundió, tras la incursión en un laboratorio, de un grupo de defensores de los
derechos de los animales. Transmitido a través de la sangre, el virus produce
efectos devastadores en los afectados. En 28 días la epidemia se extiende por
todo el país y sólo queda un puñado de supervivientes. (FILMAFFINITY)
Tras obtener un fracaso con "La playa", Boyle
decidió cambiar de aires, y volver a las islas que le habían visto crecer como
cineasta y firmar una de las mejores obras de los 90,
"Trainspotting".
Y no sólo cambió de aires, sino también cambió de género. Quizá observó que lo más conviniente en aquel momento era ofrecer un replanteamiento a sus opciones y optar por el camino de mayor interés. Y por eso me parece un tipo inteligente, porque sabe agarrar cualquier género con fuerza y, además de ofrecer una renovación parcial, renovarse a si mismo: Sus ideas, su pequeño mundo y ese estilo visual que destila magnificencia por los cuatro costados.
Aquí se decantó por el género del terror. Sin lugar a dudas, una arriesgadísima propuesta, sobretodo a sabiendas de que el género de terror es uno de los más denostados actualmente, y que resulta verdaderamente difícil atinar con una propuesta que cautive mínimamente a público y crítica. Pero el tío atino. Y vaya si atinó.
La cinta empieza de un modo inmejorable tras su presentación: Cillian Murphy caminando por una Londres totalmente desolada y retratada por Boyle con ese particular estilo que le caracteriza, ofreciendo un tono apocalíptico y que le viene genialmente al film.
Más adelante, una vez arranca, no hay vuelta atrás, "28 días después" es un viaje, no sólo a través de esa Londres desolada, sino también a través de la mente humana, a través de todos esos sentimientos que nos estremecen y nos retuercen cuando ante nosotros se halla una situación extrema, y nos obligan a actuar irracionalmente, casi sin meditarlo. Y aunque por aquí se ha criticado el cambio de actitud del protagonista, a mi no me parece tan anormal, amen de que la parte final es sencillamente sensacional, es el levantamiento de una obra que, si bien peca de algo, es de resultar un tanto estirada en su parte intermedia, y aunque puede que lo acuse temporalmente, se recupera del bache con un tramo final magnífico, pese a esa reservada conclusión.
En último lugar, no hay que olvidar el trabajo de un talento en alza: Cillian Murphy. Un intérprete que vale su peso en oro, y lo demostrará. Aporta carácter y garra otorgando el peso necesario al colofón de la cinta. También está Gleeson, cuya presencia siempre se agradece, y unos acompañantes bastante competentes.
Buen cambio y buena regeneración del mejor cine de terror. Chapeau por Boyle. (Grandine, FilmAffinity)
Y no sólo cambió de aires, sino también cambió de género. Quizá observó que lo más conviniente en aquel momento era ofrecer un replanteamiento a sus opciones y optar por el camino de mayor interés. Y por eso me parece un tipo inteligente, porque sabe agarrar cualquier género con fuerza y, además de ofrecer una renovación parcial, renovarse a si mismo: Sus ideas, su pequeño mundo y ese estilo visual que destila magnificencia por los cuatro costados.
Aquí se decantó por el género del terror. Sin lugar a dudas, una arriesgadísima propuesta, sobretodo a sabiendas de que el género de terror es uno de los más denostados actualmente, y que resulta verdaderamente difícil atinar con una propuesta que cautive mínimamente a público y crítica. Pero el tío atino. Y vaya si atinó.
La cinta empieza de un modo inmejorable tras su presentación: Cillian Murphy caminando por una Londres totalmente desolada y retratada por Boyle con ese particular estilo que le caracteriza, ofreciendo un tono apocalíptico y que le viene genialmente al film.
Más adelante, una vez arranca, no hay vuelta atrás, "28 días después" es un viaje, no sólo a través de esa Londres desolada, sino también a través de la mente humana, a través de todos esos sentimientos que nos estremecen y nos retuercen cuando ante nosotros se halla una situación extrema, y nos obligan a actuar irracionalmente, casi sin meditarlo. Y aunque por aquí se ha criticado el cambio de actitud del protagonista, a mi no me parece tan anormal, amen de que la parte final es sencillamente sensacional, es el levantamiento de una obra que, si bien peca de algo, es de resultar un tanto estirada en su parte intermedia, y aunque puede que lo acuse temporalmente, se recupera del bache con un tramo final magnífico, pese a esa reservada conclusión.
En último lugar, no hay que olvidar el trabajo de un talento en alza: Cillian Murphy. Un intérprete que vale su peso en oro, y lo demostrará. Aporta carácter y garra otorgando el peso necesario al colofón de la cinta. También está Gleeson, cuya presencia siempre se agradece, y unos acompañantes bastante competentes.
Buen cambio y buena regeneración del mejor cine de terror. Chapeau por Boyle. (Grandine, FilmAffinity)
FA 8523
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