martes, 26 de agosto de 2014

Exodus (Otto Preminger, 1960)

Superproducción sobre el nacimiento del estado de Israel. Seiscientos once judíos que han sobrevivido al holocausto se embarcan en el Éxodo, un barco de carga que zarpa hacia Chipre para esquivar el bloqueo británico y, así poder llegar a Haifa. El objetivo de los refugiados es crear el estado de Israel. Akiva, líder fanático, considera que el terrorismo es la única vía para poder construir la nación de Palestina. Pero su hermano Barek, y Ari Ben Canaan no son de la misma opinión. (FILMAFFINITY)

1960: Oscar: Mejor banda sonora drama o comedia. 3 nominaciones

Tras la Segunda Guerra Mundial, la causa judía era vista con una gran simpatía por la izquierda política y los intelectuales del mundo occidental. Y no sólo por la gran tragedia que significó el Holocausto. El sistema de kibbutzs se consideraba como el paraíso socialista del proletariado en la tierra por lo que era muy fácil hacer una equivalencia entre el David socialista judío y el Goliat capitalista árabe, - los países árabes en aquellos tiempos eran sobre todo monarquías-, si bien es cierto que la crisis de Suez de 1956 había comenzado a hacer cambiar ese punto de vista. Leon Uris fue precisamente uno de los muchos periodistas que cubrieron dicha crisis.

La novela de León Uris en la que está basada la película fue publicada en 1958 y se convirtió en un best-seller desde el primer día. Uris se inspiró en sus experiencias y entrevistas como periodista durante la crisis arriba indicada. "Exodo" recoge en un gran fresco la gestación y nacimiento del Estado de Israel tomando como base la odisea del barco "Exodus 1947", un desvencijado vapor que fue utilizado por la Haganah para llevar a unos 4.500 judíos supervivientes de los campos nazis desde Francia al territorio de la Palestina bajo dominación británica. A diferencia de la historia real, Uris hizo que la travesía del "Exodus" se viera coronada por el éxito, pero cambiándolo por un barco más pequeño con tan sólo 600 refugiados.

Otto Preminger quedó entusiasmado con la lectura de la novela y propuso a la Fox que comprará los derechos para realizar una superproducción. La Fox no lo dudó ni un segundo. Para Preminger "Exodo" era un drama similar a la de la Independencia Norteamericana, en que el Estado de Israel nace a pesar de la oposición de Gran Bretaña y sus aliados árabes. Pero también fue lo suficiéntemente listo como para darse cuenta de que Uris no era el guionista adecuado para llevar su propia historia a la pantalla. Preminger decidió que el guionista fuera Dalton Trumbo y que firmara con su propio nombre. En esa época, Trumbo estaba incluido en la infame lista negra y esto animó a Kirk Douglas a hacer una declaración reconociendo que Trumbo también estaba elaborando el guión de "Espartaco". Ese fue el fin de la lista negra.

Como suele suceder, el tiempo va poniendo a cada uno en su sitio. En el caso de "Exodo" la película no ha ido envejeciendo bien. Si olvidamos el conflicto que aun sigue desgarrando dicha zona del planeta y hacemos el esfuerzo de fijarnos tan sólo en el aspecto cinematográfico, podríamos decir que sigue siendo una película correcta, pero demasiado larga y maniquea. Sin embargo hay una cosa que sigue mantenido su prestigio intacto y es su banda sonora. Ernest Gold consiguió realizar una destacable partitura con una cierta grandiosidad "bíblica". De hecho, mi parte favorita de la película son los títulos de crédito con la llama sobre fondo azul mientras oímos la magnífica partitura de Gold.



Personalmente prefiero la película al libro. Leí la novela de Uris en mi adolescencia, antes de haber visto la película, y me pareció muy entretenida. Pero en cuanto comienzas a leer un poco más sobre el aspecto histórico del tema te das cuenta de que es un panfleto pro-judío de mucho cuidado (la matanza de Deir Yassin solo ocupa cuatro líneas y pasa de puntillas). Cuando vi la película me sorprendió comprobar que Preminger y Trumbo habían suavizado en gran medida el tono propagandístico de la obra de Uris. Sobre todo añadiendo "árabes buenos" como Taha (John Derek), algo casi inexistente en la novela.

Major Reisman (FilmAffinity)
Preminger intentó mostrar la evolución del pensamiento norteamericano con respecto a la cuestión judía mediante el personaje de la enfermera Kitty. Inicialmente la sociedad norteamericana tenía un caracter antisemita, Kitty dice al principio "no me gustan los judíos", pero poco a poco va reconociendo que la lucha del pueblo judío tiene un carácter muy similar al de la lucha de los propios norteamericanos por su independencia, así que no es de extrañar que se enamore de Ari. También fue muy inteligente al evitar que la película se convirtiera en un alegato antibritánico. Mostró los dos lados de la postura inglesa, el honrado general Shuterland (Ralph Richardson) y el antisemita Major Caldwell (Peter Lawford).


FA 8140

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