Cuando la madre se va de su departamento de Seúl para dejar
a sus pequeñas hijas con una tía alcohólica y poco amigable en las afueras de
Pusán, bajo la promesa de reconstruir la familia astillada y volver con ellas,
pareciera que Treeless Mountain va a derivar en una película más de las que
convierten el sufrimiento y la desatención de los niños (protagonistas) en el
sufrimiento de los adultos (espectadores). Pero como ocurría en su opera prima
In Between Days (ganadora del Bafici 2007), para So Yong-kim el trasplante
alterna la dureza del aprendizaje con lo más íntimo de las conexiones
afectivas, gracias a una cámara que permanece siempre cercana a sus personajes
(en todo sentido), como si creyera que esa proximidad pudiera volverse táctil,
concreta. Rescribiendo esta vez sus propias y dramáticas experiencias
familiares de separación y volviendo a su Corea natal (otra vez: el
trasplante), So Yong-kim logra una película luminosa sobre infancias sombrías,
y vuelve a revelarse notable al dirigir actores: Kim Hee-yeon y Kin Song-hee, o
Bin y Jin, las dos hermanas, no solo logran que olvidemos que están actuando
sino que recordemos que lo inolvidable es algo a lo que el cine debiera tratar
de aspirar. (Fuente: bafici.gov.ar) (FILMAFFINITY)
FA 8201
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