Desde hace años soy un gran admirador de Alan Parker. Me gusta el que sus películas desbordan pasión. Sin importar el tema nos envuelve en el argumento y es tangible la dedicación que pone en la creación de su arte. Tal vez por eso mismo tiende hacia el dramatismo teatral y, curiosamente, hacia los musicales como "Fama", "Bugsy Malone", "The Wall", "Evita" y "The Commitments" (mi favorita). La única película de Parker que no me gusta es "Come See the Paradise" y desafortunadamente, sin ser tan tediosa y fría como ésta última, "Las Cenizas de Angela" cae dentro de algunos de los mismos vicios que son virtudes en otras cintas del mismo director.
Esta película trata de la vida de una familia pobre en Irlanda durante la década de los treintas, y está basada en hechos reales. Como el narrador nos dice desde el principio, "Mi niñez fue horrible, pero supongo que una niñez feliz no sería de interés para ustedes". Esta gran línea sienta el tono de la película, donde las tragedias son balanceadas con humor e ingenio, sin caer en la siempre presente trampa del sentimentalismo fácil. Parker es un maestro de la atmósfera y del establecimiento de situaciones, y con el excelente elenco inmediatamente nos sumerge en la vida de esa familia. Sin embargo, la película no trata realmente de nada. Existen uno o dos nudos dramáticos que mueven la trama, pero aparte de eso, sólo tenemos un buen número de viñetas que ilustran la fortaleza del pueblo irlandés, la inocencia de los niños, las difíciles decisiones morales que se deben tomar en la vida, la fragilidad del espíritu humano y la inherente falta de tolerancia hacia quienes son diferentes. No tengo ningún problema en aceptar una película que no trate de nada, pero agradecería un poco más de dinamismo narrativo, o en su defecto, acortar un poco la cinta, que sin ser aburrida, cansa un poco a lo largo de más de dos horas.
Como mencioné, los actores son fantásticos. En todo momento los personajes son absolutamente humanos; nada de "duelos de actuación" o lágrimas auto-concientes de Meryl Streep. El hecho de que el elenco sea en su mayoría desconocido acentúa la importancia del personaje sobre el actor.
Visualmente la cinta es una joya, aunque en ocasiones traiciona su bajo presupuesto al reciclar localizaciones y sets. Esto no es muy notorio, y tal vez no moleste a casi nadie, pero es otra buena razón para haber editado más juiciosamente la cinta.
Pero, después de todo, estamos hablando de Alan Parker, de modo que incluso una obra mediocre de este gran director es muy superior al mejor producto hollywoodense de tema similar. Parker es un director honesto que auténticamente lucha por su trabajo, y merece por lo tanto el apoyo de los que gusten del buen cine. Le deseo mejor suerte para su próxima película.
La Zona 3041