Basado en la novela homónima de Stanislav Lem. Logra utilizar esta magnífica novela de ciencia ficción, para penetrar en lo más profundo del aparato psíquico. En esta película el psicólogo Kelvin es enviado a la estación espacial Solaris para investigar las enigmáticas transformaciones producidas en sus tripulantes. Lo que encuentra es que las influencias cósmicas logran revivir el pasado, las vivencias y las capas inconscientes de los tripulantes. Al psicólogo le tocará vivirlo en persona, amará el fantasma de su mujer, que se había suicidado cuando Levin la abandonó. Este fantasma se deberá autodestruir para que Levin se libere de su historia, de las culpas y deje ser el hombre confundido por su pasado.
Yo la suelo ver de vez en cuando. La veo sólo. A mi mujer no le gusta la ciencia-ficción, y con lo lenta que es SOLARIS la cosa podría acabar en tragedia.
Pero, tampoco la vería con ningún aficionado(a) al lado.
Es, sencillamente, una película para disfrutarla u odiarla EN SOLEDAD. Por lo aburrida. Por lo lenta. Por la intensidad de los sentimientos que refleja. Por llenarte los oídos con el sonido de las palabras en ruso. Por los ojos de besugo del protagonista. Por acabar cansado, en algún momento, de las reapariciones de la mujer muerta del prota. Por lo extraño del ambiente que refleja la película en relación con la astronáutica. Por lo cutre de los efectos y el vestuario, hasta el punto de que a los cinco minutos no tienen importancia.
Por todo lo bueno y lo malo que tiene. Porque no es ciencia ni aventura, es especulación y sentimientos. Si alguno no lo recuerda, eso TAMBIÉN entra dentro de la ciencia-ficción.
Pero, tampoco la vería con ningún aficionado(a) al lado.
Es, sencillamente, una película para disfrutarla u odiarla EN SOLEDAD. Por lo aburrida. Por lo lenta. Por la intensidad de los sentimientos que refleja. Por llenarte los oídos con el sonido de las palabras en ruso. Por los ojos de besugo del protagonista. Por acabar cansado, en algún momento, de las reapariciones de la mujer muerta del prota. Por lo extraño del ambiente que refleja la película en relación con la astronáutica. Por lo cutre de los efectos y el vestuario, hasta el punto de que a los cinco minutos no tienen importancia.
Por todo lo bueno y lo malo que tiene. Porque no es ciencia ni aventura, es especulación y sentimientos. Si alguno no lo recuerda, eso TAMBIÉN entra dentro de la ciencia-ficción.
2 DVD
La zona 113
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