Es una película que reúne muchas virtudes para el espectador: refinamiento en su lenguaje, osadía de enfoque, un drama real conmovedor y por sobre todo talento. La historia de un niño prodigio australiano, David Helfgott, acuciado por la severidad de un padre frustrado y dolorido sobreviviente del holocausto que lo impulsa al éxito pero que lo coarta en su libertad y luego ese quiebre emocional que sobreviene cuando el joven pianista logra la consagración. El peregrinaje por institutos mentales y por fin esa puerta que se abre para una felicidad posible . Ese camino fracturado y anhelante, relatado con maestría y actuado maravillosamente por Geoffrey Rush - que merecería el Oscar al mejor actor - redondean una película que le hace bien al alma.
La Zona 2991
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