Todos esperaban grandes cosas de
Roberto, y él estuvo a la altura. El padre de la “migración cortical” tenía 27
cuando saltó a la primera línea de la investigación de la memoria humana. Tras
ocho años trabajando en Francia, vuelve un semestre a Santiago a enseñar en su
antigua escuela. Al tropezar con su pasado, la propia teoría que lo hizo
célebre, le permite descubrir que tiene poco de qué enorgullecerse.
(FILMAFFINITY)
FA 8360
No hay comentarios:
Publicar un comentario