A partir de los archivos de la fotógrafa Denise Bellon
(1902-1999), Chris Marker y Yannick Bellon, hija de la fotógrafa, reviven sus
retratos de la Francia de preguerra, de la África colonial, de sus
protagonistas célebres y anónimos, de sus contiendas y revoluciones... Una
mirada lúcida sobre la memoria de la historia a partir de los excepcionales
retratos de una fotógrafa que supo mirar un presente convulso que contenía las
huellas de su porvenir.
Entre la amplia y, sobre todo, multiforme obra de Chris Marker,
se puede acudir a Recuerdos del porvenir (Le souvenir d’un avenir,
2001), por ejemplo, para rendirle el homenaje privado, tras su muerte el pasado
domingo a los 91 años. Tras ese precioso e intrigante título se esconde otra
película realizada con la misma estructura que su célebre La
jetée (1962): un montaje de fotografías con una voz en off que, más que
narrar o describir al modo de un documental, elabora un ensayo lleno de
hallazgos.
Las fotografías, magníficas todas ellas, pertenecen a una artista, Denis Bellon, que las realizó entre 1937 y 1956. Marker rebusca entre más de 2.500 fotos y elabora con ellas una narración que no es biográfica, en principio, sino como una consecuencia: la vida y las inquietudes de Bellon acaban aflorando a retazos y se revelan en su obra organizada por Marker.
La película, que forma parte del primero de los dos magníficos packs en DVD con películas de Chris Marker editados por Intermedio, revela muy bien la insólita capacidad de Chris Marker para relacionar ideas, la base del montaje cinematográfico, aunque lo haga con fotografías. A pesar de que el origen sea el contrario, parece que Marker encuentra una imagen perfecta para cada una de sus ideas. La primera de ellas es extraordinaria: cómo esas fotos de los años 30, recogen la herencia de la guerra pasada (la Gran Guerra que iba a acabar con todas las guerras), pero también predicen de alguna forma la Segunda Guerra Mundial. Marker elabora un acercamiento tan somero como preciso a algunos de los grandes acontecimientos del siglo por medio de pequeñas ideas que nada tienen que ver con el repaso histórico-enciclopédico. Y parece que Denise Bellon siempre estaba en el lugar adecuado para documentar esas ideas del porvenir de Marker. Aunque en realidad fuera al revés, claro.
Desde una exposición de los surrealistas en París, hasta la expo universal de 1937 en la que estuvieron frente a frente los pabellones de Alemania y Rusia que Marker ‘descubre’ en la lejanía de una foto de la Torre Eiffel, el Frente Popular, la Ocupación, los juegos olímpicos de Helsinki…todo está conectado en las fotos de Bellon ‘leídas’ por Marker. Y no sólo ese tipo de acontecimientos históricos: Marker descubre que Bellon hizo la única foto existente de la bañera de la casa de Henri Langlois llena de latas de películas; así comenzó el primer archivo de preservación del cine del creador de la Cinemateque Française, inicio y modelo de todas las filmotecas del mundo. Todo fluye, todo está conectado en esta memoria futurista de Chris Marker. (...) ( Texto de Ricardo Aldarondo, tomado de Diario Vasco)
Las fotografías, magníficas todas ellas, pertenecen a una artista, Denis Bellon, que las realizó entre 1937 y 1956. Marker rebusca entre más de 2.500 fotos y elabora con ellas una narración que no es biográfica, en principio, sino como una consecuencia: la vida y las inquietudes de Bellon acaban aflorando a retazos y se revelan en su obra organizada por Marker.
La película, que forma parte del primero de los dos magníficos packs en DVD con películas de Chris Marker editados por Intermedio, revela muy bien la insólita capacidad de Chris Marker para relacionar ideas, la base del montaje cinematográfico, aunque lo haga con fotografías. A pesar de que el origen sea el contrario, parece que Marker encuentra una imagen perfecta para cada una de sus ideas. La primera de ellas es extraordinaria: cómo esas fotos de los años 30, recogen la herencia de la guerra pasada (la Gran Guerra que iba a acabar con todas las guerras), pero también predicen de alguna forma la Segunda Guerra Mundial. Marker elabora un acercamiento tan somero como preciso a algunos de los grandes acontecimientos del siglo por medio de pequeñas ideas que nada tienen que ver con el repaso histórico-enciclopédico. Y parece que Denise Bellon siempre estaba en el lugar adecuado para documentar esas ideas del porvenir de Marker. Aunque en realidad fuera al revés, claro.
Desde una exposición de los surrealistas en París, hasta la expo universal de 1937 en la que estuvieron frente a frente los pabellones de Alemania y Rusia que Marker ‘descubre’ en la lejanía de una foto de la Torre Eiffel, el Frente Popular, la Ocupación, los juegos olímpicos de Helsinki…todo está conectado en las fotos de Bellon ‘leídas’ por Marker. Y no sólo ese tipo de acontecimientos históricos: Marker descubre que Bellon hizo la única foto existente de la bañera de la casa de Henri Langlois llena de latas de películas; así comenzó el primer archivo de preservación del cine del creador de la Cinemateque Française, inicio y modelo de todas las filmotecas del mundo. Todo fluye, todo está conectado en esta memoria futurista de Chris Marker. (...) ( Texto de Ricardo Aldarondo, tomado de Diario Vasco)
"La percepción sin forma es extenuante." Chris Marker
FA 5144
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