Como absoluto profano que soy, las películas acerca del arte
cinematográfico me resultan particularmente atrayentes. En cierta forma, ver
los obstáculos que debe vencer un realizador, enfatiza el respeto que se le
debe a la obra terminada, que posteriormente yo disfruto (y critico)
cómodamente sentado en la butaca. Tal vez suene condescendiente, pero este tipo
de películas me llevan a pensar en todos los bodrios que he defenestrado
alegremente y sin culpa, y en todo lo que aún ignoro de aquellas obras coronadas
con el aplauso.
Por esto es que Living in Oblivion (Vivir rodando?
Ejecución sumaria alhombre que traduce los nombres de las películas) resulta sorprendente.
No solo es lo auto referencial de la película independiente acerca de la
realización de una película independiente, si no por el entramado onírico que
maneja, jugando al cine dentro del cine, el sueño dentro del sueño, en un guión
perfectamente ensamblado, en el que todos los actores tienen su adecuada
participación y su obligada escena de lucimiento.
Mi más sincero agradecimiento a don Francisco,
responsable de la recomendación que me llevo a descubrir esta joya.
Ariel H.
FA 4433
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