lunes, 11 de noviembre de 2013

Yeo-haeng-ja (Ounie Lecomte, 2009)

UNA VIDA NUEVA
Inspirándose en su infancia, la cineasta franco-coreana Ounie Lecomte narra la historia de una niña abandonada por su padre en un orfanato. (FILMAFFINITY)

Interesante producción de corte intimista cuyo acierto más importante es la gestión de las emociones mediante un discurso coherente y equilibrado.

Donde otros hubieran puesto un ejercicio melifluo de considerables proporciones, Lecomte ha optado por una apuesta que pretende ser fiel a sí misma sin caer en tópicos ni en lugares comunes.

El resultado se traduce en cine fresco aunque no demasiado original. Para que el producto acabe teniendo mayores aciertos, el plantel de actores parece estar orientado a una ejecución sobria y serena donde los hechos hablan más que las palabras, algo muy a tener en cuenta y de agradecer en los tiempos que corren.
En todo caso, los problemas de la cinta se enmarcan en sus aciertos, me explico, las emociones con las que juega son su marco, no hay más y quizás se eche en falta un tanto más que la concatenación de sucesos sin mayor ni menor sobresalto que saber qué pasa por la cabeza de una niña sometida a esa clase de experiencia.

Saber más, indagar más, pudiera ser más interesante pero, también es verdad que se trataría, quizás, de otra película.

El caso es que sólo parece ser válida desde el punto de vista de la autora, como si debiera contar esta historia y, por lo tanto, no alcanza el corazón del espectador porque el ejercicio es tremendamente personal e intransferible.

No obstante, como literatura, merece la pena. (nudodobleblogspotcom)

FA 7329

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