Hablamos de ella en su momento. Es una de tantas obras cuya
presencia en festivales, como, por ejemplo, la Berlinale, queda
relegada a un segundo plano en secciones secundarias o simplemente enmarañada
en la jungla cinematografica del mercado esperando y rezando a que algún
valiente distribuidor europeo le preste la atención que merece. Es el caso
de "Bibliotheque Pascal," una singular y transgresora
nueva mirada a quien únicamente se le han abierto las puertas comerciales de su
Hungría natal y Alemania, siendo estrenada en ambos países en febrero del 2010.
Pues bien, a partir del próximo 29 de Abril, el Festival de Cinema de
Autor de Barcelona (D'A) le brindará una nueva oportunidad. Así que
nosotros, volvemos a rescatarla.
Con un poderío visual y un tratamiento estético similar al
barroquismo del "Moulin Rouge" de Bazz Luhrmann o incluso,
al 'delirio' del "Tideland" de Terry Guilliam,"Bibliothèque
Pascal" les imprime una contundente vuelta de tuerca situándose como
su retorcido y tenebroso reverso trasladado a un tiempo que aunque nos
pueda resultar algo más cercano, sigue navegando a medio camino entre el
ensueño y la realidad.
Y es que, como se afirmaba en Cineuropa; "Cuando
el río suena, agua lleva. Todas las historias, por muy fantásticas que sean,
tienen una base real. De esta sencilla premisa partió el húngaro Szabolcs
Hajdu para dirigir la impresionante "Bibliothèque Pascal",
un largometraje en el que se narra la fea, la horrible historia de una mujer
captada por una red de prostitución, como si de un tenebroso cuento de hadas se
tratara". Por su parte, medios como Hollywood
Reporter o Variety no
dudaban en situarla como una de las piezas más poderosas vistas en el certamen
berlinés, capaz de trasladar una imaginativa y creatividad de proporciones
épicas al 'lado oscuro.'
El local que da el enigmático título a la película, "Bibliothèque
Pascal", es un burdel exclusivo al que asisten con frecuencia
intelectuales y miembros de la alta sociedad británica. Las mujeres, los
hombres y –sí, también– los niños en oferta tienen, cada uno, su propia
habitación temática inspirada en célebres novelas u obras teatrales. Cuando
Mona llega, le asignan la alcoba de Juana de Arco, donde tendrá que recitar
versos de la obra homónima de George Bernard Shaw a sus clientes, a
pesar de no saber una palabra de inglés. Resulta especialmente ingenioso el
modo en que se emplea la literatura y los libros, objetos físicos del
cuenta-cuentos, para dotar a los actos de perversión sexual de un toque de
respetabilidad.
La obra de Hajdu, a medio camino entre realidad y
fantasía, entre lo intelectual y la incultura, entre educación e instinto, está
perfectamente secundada por la espectacular fotografía de Andras Nagy, que
incide en los aspectos de la teatralización con unas tomas de hermosa
coreografía, que, a través de la distancia, recuerdan a la audiencia que, al
fin y al cabo, no están viendo más que un cuento. El último plano de la
película, un tanto singular, persigue esta misma idea.
FA 4915
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