martes, 5 de noviembre de 2013

Romeo, Julia a tma (Jirí Weiss, 1960)

Romeo, Julieta y las tinieblas

Pavel, un joven estudiante que vive en Praga en 1942, decide esconder a Hanka, una chica judía que huye de las fuerzas alemanas, en el ático del edificio en el que vive. (FILMAFFINITY)

1960: Festival de San Sebastián: Concha de Oro (mejor película)

Único film del realizador checo Jurí Weiss (1913-2004), doblado al español y exhibido, con numerosos cortes de la censura, en el circuito comercial de salas de cine. El guión, de Jan Otcemasek y Jurí Weiss, adapta la novela “Romeo, Julia a tma” (1958) de Jan Otcemasek (1924-1979), inspirada libremente en el drama “Romeo y Julieta” (1597), de W. Shakespeare, y en el relato “The Diary of Anne Frank” (1947), de Anne Frank. Se rueda en escenarios reales de Praga y alrededores y en estudio. Gana la Concha de oro del Festival de San Sebastián. Producido por CBK, Ceskoslovensky Státní Film y Filmové Barranatov, se estrena en 1960 (Checoeslovaquia). No consta la fecha de estreno.

La acción dramática tiene lugar en Praga y alrededores a lo largo de unas pocas semanas de junio de 1942. Los personajes principales son Pavel (Histrik), estudiante de bachillerato, de unos 16/17 años; Hanka Würm (Smutná), hija de una familia vecina deportada, de unos 15/16 años; la madre de Pavel (Sejbalová), modista; el abuelo (Smolik), relojero jubilado; la muchacha rubia Alena (Mrazova), antigua novia de Pavel; Kubiassova (Bohdanová), vecina colaboracionista, de pocas luces y amante de un oficial nazi; Jirka, hermano menor de Hanka; y otros.

El film suma drama, guerra y romance. Está narrado por Pavel a partir de sus recueros y desde su propio punto de vista. Cuenta lo que ha vivido, las emociones que ha sentido, lo que ha intuido, las opiniones que se ha formado. Es un relato de apariencia objetiva, fragmentado en escenas y secuencias que reflejan el atormentado mundo interior del muchacho, su subjetividad saturada de acontecimientos, experiencias y descubrimientos que desbordan su capacidad de asimilación. El realismo socialista que inspira la obra se presenta definido en función de la subjetividad de Pavel, no de la objetividad de los hechos. El plano con el que da comienzo el film explica este extremo y otros complementarios. El sentido circular de la obra cierra el relato con un emotivo fragmento del mismo plano. Pavel ha recordado por primera vez su historia, en su interior la recordará una y otra vez.

El film explica de modo contenido y con naturalidad, la monstruosidad de la guerra, la barbarie de la ocupación nazi, los temores de todos los ciudadanos sencillos ante las represalias caprichosas de la Gestapo; el horror de las detenciones y deportaciones de vecinos y amigos; la atrocidad de las separaciones familiares; el sobresalto permanente por eventuales delaciones de personas movidas por afanes de venganza, envidia, enemistad, antipatía, malentendidos o locura. La exposición de los hechos trasmite al espectador un dibujo de la situación del país (inaudita y espantosa), que penetra en el ánimo y conmueve.

Otro tema de análisis es el de la soledad: la del muchacho, la del abuelo, la de la madre, la de la colaboracionista, etc. Individualmente y colectivamente, un sentimiento de abandono y soledad recorre el ánimo de los ciudadanos. La imagen de las calles y grandes avenidas desiertas simboliza la percepción de una realidad inhumana y brutal. La ocupación de Checoeslovaquia por Hitler el 15-III-1939, no provoca ninguna reacción por parte de las democracias occidentales, atemorizadas y débiles, deseosas de evitar una guerra que pueden perder y que da comienzo 5 meses después (1-IX-1939). La opresión nazi funciona discretamente como denuncia de la que la URSS ejerce entonces sobre el mismo país y los mismos ciudadanos.

A diferencia de la mayoría de los films bélicos, éste presta poca atención a los hechos políticos (asesinato del general Reinhard Heydrich, “el carnicero de Praga”) y a la lucha de la Resistencia, para explorar el mundo íntimo e individual de las personas que viven la tragedia desde su casa, la escuela, el trabajo, la jubilación, las labores agrícolas, etc. El punto de vista del film es uno de sus grandes aciertos y, tal vez, el principal factor de que la historia atrape la atención y penetre en el ánimo del público.

El enamoramiento de Pavel y Hanka se desarrolla de modo gradual y natural. No hay gestos exagerados, ni estridencias, ni sentimentalismos vanos. Weiss demuestra sus dotes de narrador y su notable capacidad de ser didáctico y convincente. Construye una historia de personas corrientes, enfrentadas a una situación monstruosa. Sin perder la compostura ilustra los crímenes contra la humanidad de los nazis, los crímenes de guerra, el fanatismo y despotismo de sus funcionarios, el desprecio por la vida humana que practican y el régimen de terror que imponen.

El film forma parte de las obras que se producen en la URSS y países satélites al amparo de los aires de distensión de la “desestalinización”. Forman parte del conjunto de películas de esta época “Cuando vuelan las cigüeñas” (URSS, 1957), “La balada del soldado” (URSS, 1959) y otras.

La banda sonora, de Jirí Srnka, ofrece una partitura de composiciones sencillas y melodías simples, con acompañamientos de pocos instrumentos. Combina lirismo, pasajes inquietantes y cortes trágicos. La fotografía, de Vaclav Hanus, en B/N, adopta una estética realista, de inspiración neorrealista, que prescinde de las soluciones expresionistas y neoexpresionistas de etapas anteriores. Trata el dibujo con esmero, pulcritud y atención al detalle. Compone los encuadres con equilibrio clasicista y sentido poético. La cámara capta con delectación detalles personales (enfado del abuelo), domésticos (trino del gorrión enjaulado) y vecinales (hueco de la escalera comunitaria).


Bibliografía
Ramón ALONSO, “Romeo, Julieta y las tinieblas”, ‘Miradas de cine’, nº 66, septiembre 2007.
Mirito TORREIRO, “Tragedia en sordina”, “El País”, 8-I-1992.

(Miquel, FilmAffinity)

FA 7292

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