Titulo original: Odd man out
El nombre de Carol Reed siempre ha ido ligado al de Orson Welles, debido a que le dirigió en ‘El Tercer Hombre’, y son muchas las conjeturas que se han hecho sobre si fue Reed o Welles quien dirigió dicho film. Para los que dudan de que fuera el primero, les recomendaría que le echaran un vistazo a ‘Larga es la Noche’, realizada dos años antes que ‘El Tercer Hombre’, y con la que guarda más de un parecido.
La película narra cómo un grupo de terroristas irlandeses, comandados por un hombre llamado Johnny McQueen, realizan un atraco en el cual Johnny resulta herido y es abandonado por el resto del grupo. En una carrera contra reloj deberá sobrevivir durante toda una noche por las sombrías calles de Belfast, mientras la policía pone en marcha todo un dispositivio para darle caza. Al mismo tiempo será buscado por la mujer que lo ama, la cual intentará ayudarle.
Enormemente angustiosa, la película es un retrato de personajes excelente, un thriller de primera, una película de aventuras magnífica, una historia de amor única. Lo tiene todo, absolutamente todo, y Reed maneja todos esos elementos de forma prodigiosa para servirnos una película que se disfruta como un enano desde el primer minuto hasta el último. Reed va directo al grano desde el principio, y con un excelente ritmo nos sumerje en la historia, para no dejarnos salir hasta el final, y aún entonces, seguimos inmersos en ella horas después de haberla visto. Creo que eso es una enorme virtud en un film.Reed, ayudado por la excelente fotografía nocturna de Robert Krasker, hace fascinante cada paso que nuestro protagonista da en pos de la libertad, mientras su herida va emperoando. Decir al respecto de la fotografía, que la película fue rodada, en su mayor parte, en escenarios naturales, por lo que la sensación de realismo es impresionante. Todos esos callejones estrechos, edificios abandonados, oscuros rincones de una ciudad que duerme, son unos protagonistas más de la historia, los cuales acompañan a Johnny en su desesperada huída.
Huída en la que se irá encontrando con diferentes personas, de diferente forma de pensar, que lo ayudarán, o no, a escapar de la policía. En ese aspecto, el film está construído como en pequeños bloques, los cuales corresponden a los distintos personajes con los que se encuentra, que sireven para establecer ciertas cuestiones morales (no olvidemos que el protagonista es un terrorista). Hasta en eso la película sale victoriosa.
James Mason es el protagonsia absoluto del film, y aunque no salga en pantalla todo el rato, para conseguir el efecto de que el espectador se pregunte dónde está (efecto altamente conseguido), las veces que lo hace, vemos el dolor de un hombre malherido y preocupado por saber si ha hecho bien o mal. No hace falta decir aquí que Mason era uno de los grandes, y en esta película, lo demuestra con creces. Le acompañan en su aventura, el conocido Robert Newton, que también está estupendo, y Kathleen Ryan, interpretando a la mujer que hará todo lo posible por encontrar a Johnny y salvarlo. Lo cierto, es que podría seguir mencionando a todo su reparto, ya que todos están sensacionales.
Al film no le faltan escenas duras, con las cuales sabemos que no nos encontramos ante el típico film de fugitivo buscado por la policía. Cierto es que juega con los resortes del género de forma extarordinaria, pero no estamos ante un film convencional ni muchísimo menos. Resaltar una escena me resultaría difícil, pero podriamos citar el impresionante final, rodado con una precisión increíble.
Una película magistral, que demuestra el gran director que fue Carol Reed.
La película narra cómo un grupo de terroristas irlandeses, comandados por un hombre llamado Johnny McQueen, realizan un atraco en el cual Johnny resulta herido y es abandonado por el resto del grupo. En una carrera contra reloj deberá sobrevivir durante toda una noche por las sombrías calles de Belfast, mientras la policía pone en marcha todo un dispositivio para darle caza. Al mismo tiempo será buscado por la mujer que lo ama, la cual intentará ayudarle.
Enormemente angustiosa, la película es un retrato de personajes excelente, un thriller de primera, una película de aventuras magnífica, una historia de amor única. Lo tiene todo, absolutamente todo, y Reed maneja todos esos elementos de forma prodigiosa para servirnos una película que se disfruta como un enano desde el primer minuto hasta el último. Reed va directo al grano desde el principio, y con un excelente ritmo nos sumerje en la historia, para no dejarnos salir hasta el final, y aún entonces, seguimos inmersos en ella horas después de haberla visto. Creo que eso es una enorme virtud en un film.Reed, ayudado por la excelente fotografía nocturna de Robert Krasker, hace fascinante cada paso que nuestro protagonista da en pos de la libertad, mientras su herida va emperoando. Decir al respecto de la fotografía, que la película fue rodada, en su mayor parte, en escenarios naturales, por lo que la sensación de realismo es impresionante. Todos esos callejones estrechos, edificios abandonados, oscuros rincones de una ciudad que duerme, son unos protagonistas más de la historia, los cuales acompañan a Johnny en su desesperada huída.
Huída en la que se irá encontrando con diferentes personas, de diferente forma de pensar, que lo ayudarán, o no, a escapar de la policía. En ese aspecto, el film está construído como en pequeños bloques, los cuales corresponden a los distintos personajes con los que se encuentra, que sireven para establecer ciertas cuestiones morales (no olvidemos que el protagonista es un terrorista). Hasta en eso la película sale victoriosa.
James Mason es el protagonsia absoluto del film, y aunque no salga en pantalla todo el rato, para conseguir el efecto de que el espectador se pregunte dónde está (efecto altamente conseguido), las veces que lo hace, vemos el dolor de un hombre malherido y preocupado por saber si ha hecho bien o mal. No hace falta decir aquí que Mason era uno de los grandes, y en esta película, lo demuestra con creces. Le acompañan en su aventura, el conocido Robert Newton, que también está estupendo, y Kathleen Ryan, interpretando a la mujer que hará todo lo posible por encontrar a Johnny y salvarlo. Lo cierto, es que podría seguir mencionando a todo su reparto, ya que todos están sensacionales.
Al film no le faltan escenas duras, con las cuales sabemos que no nos encontramos ante el típico film de fugitivo buscado por la policía. Cierto es que juega con los resortes del género de forma extarordinaria, pero no estamos ante un film convencional ni muchísimo menos. Resaltar una escena me resultaría difícil, pero podriamos citar el impresionante final, rodado con una precisión increíble.
Una película magistral, que demuestra el gran director que fue Carol Reed.
La Zona 2647
No hay comentarios:
Publicar un comentario