Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera.
Nadie es inmune al poder de las estaciones y su ciclo anual de nacimiento, crecimiento y decadencia. Ni siquiera los dos monjes que comparten una ermita (capilla) flotante en un lago rodeado por montañas. A medida que las estaciones se van sucediendo, cada aspecto de sus vidas se ve imbuido de una intensidad que los lleva a ambos a una espiritualidad mayor… y a la tragedia. Porque tampoco ellos son capaces de escapar a la fuerza de la vida, a los anhelos, los caprichos, los sufrimientos y las pasiones que se apoderan de cada uno de nosotros. Bajo la mirada vigilante del Monje Anciano, un Monje Joven experimenta la pérdida de la inocencia cuando el juego se torna cruel, el despertar del amor cuando una mujer entra en su mundo cerrado, la fuerza asesina de los celos y las obsesiones, el precio de la redención y la iluminación de la experiencia. Mientras las estaciones sigan sucediéndose hasta el fin de los tiempos, la ermita seguirá siendo un refugio para el espíritu, flotando entre el hoy y la eternidad.
La Zona 2839
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