En el período de más estrecha
colaboración entre Alexandre Dumas y Auguste Maquet, su negro literario, éste
decide hacerse pasar por Dumas para conquistar a Charlotte, una admiradora del
gran escritor. El enfrentamiento entre ambos resulta inevitable. (FILMAFFINITY)
Pasó largo tiempo de su vida sin
ser conocido aún siendo uno de los autores más famosos de Francia. A pesar de
haber concebido algunos de los relatos más famosos en lengua francesa, Auguste
Maquet, ha sido olvidado por cada uno de nosotros, pero aún así, su excelencia
como artista sigue vigente.
El film que se estrenó enla
Berlinale y luego en los cines franceses, ha sido el motivo
por el cual el escritor ha vuelto a salir a la luz después de haber pasado
desapercibido durante más de 150 años. Esta película ha devuelto el espíritu de
un artista que ha jugado un papel crucial en la producción de algunas de las
novelas más famosas de Alexandre Dumas y según dicen, era el verdadero genio
detrás de Los tres mosqueteros y El Conde de Montecristo.
Con Gérard Depardieu como Dumas y el actor belga Benoît Poelvoorde como empleado del protagonista más la mezcla de ficción y realidad que han cautivado a la opinión pública, hacen que L'autre Dumas vuelva a encender un cálido debate sobre los orígenes literarios de París.
Los fieles de Dumas, seguidores de una de las figuras más prestigiosas dela Francia del siglo XIX,
cuyos restos reposan bajo la gran cúpula del Panteón, afirman que el único
papel de Maquet era proporcionar los fundamentos sobre los que Dumas crearía
sus propias obras maestras.
Por otro lado, otros insisten en que sin la creatividad de Maquet y la capacidad y precisión de pensamiento de Dumas no se habrían creado esas obras; por lo que insisten que era necesaria la aportación de los dos autores. "Hay una tendencia a verlo como un esclavo y eso es un error”, dijo Bernard Fillaire, novelista que ha publicado un ensayo en apoyo a la rehabilitación del "escritor fantasma". Y añade “por supuesto que no era un Balzac o un Dickens…pero definitivamente tenía talento.”
Un manuscrito que iba a ser publicado – a nombre de Dumas– como “El caballero del Harmedal“, fue lo que propició que la pareja comenzara a trabajar de forma conjunta en la década de 1840. Durante el período siguiente los dos hombre iban a producir decenas de novelas y obras de teatro, pero siempre quedó el grado de misterio y de participación que envuelve a Maquet.
En 1858 la situación entre la pareja comenzó a irritarse, cuando Maquet frustrado por su falta de reconocimiento, se volvió contra su amo y lo llevó ante los tribunales en un intento de obtención de derechos por su participación en el trabajo. Así Maquet consiguió una indemnización financiera, pero Dumas siguió conservando su propiedad exclusiva de la producción. Aunque admitió que lo había ayudado, siempre insistió que él fue el único y verdadero creador.
Para los seguidores de Dumas, se trata de un error claro y justo el intento de Maquet por obtener reconocimiento ante la brillantez de su compañero Dumas. Su opinión es conjunta con la de Safty Nebbou, director de L'autre Dumas, para los que Maquet era un cómplice pero poco más. "Maquet no tenía el genio de Dumas, se podía pasar horas y horas escribiendo, pero no cambia nada. No se puede aprender a ser genio” dijo.
Pero aún así para muchos, incluyendo a Nebbou, Maquet era una pieza clave y esencial del éxito de Dumas por su parecido en cuanto al estilo. Pero en contrapartida los partidarios de Maquet defienden que después de la ruptura con su maestro escribió una serie de novelas de éxito moderado con su propio nombre y afirman que ” Había una extraordinaria alquimia entre ellos” dijo Fillaire. ” Ellos se necesitaban mutuamente. Cuando Maquet se separó de Dumas, él tampoco hizo nada de gran prestigio, mientras que Maquet se dedicó a escribir largo y tendido”.
Más tarde, una vez que había cosechado el dinero de sus propias creaciones, Maquet se compró un castillo en una villa francesa. Y una leyenda literaria dice que en su biblioteca había un manuscrito de “Los tres mosqueteros” y un nuevo título firmado por “A. Dumas y A. Maquet” (le figaro.fr)
El film que se estrenó en
Con Gérard Depardieu como Dumas y el actor belga Benoît Poelvoorde como empleado del protagonista más la mezcla de ficción y realidad que han cautivado a la opinión pública, hacen que L'autre Dumas vuelva a encender un cálido debate sobre los orígenes literarios de París.
Los fieles de Dumas, seguidores de una de las figuras más prestigiosas de
Por otro lado, otros insisten en que sin la creatividad de Maquet y la capacidad y precisión de pensamiento de Dumas no se habrían creado esas obras; por lo que insisten que era necesaria la aportación de los dos autores. "Hay una tendencia a verlo como un esclavo y eso es un error”, dijo Bernard Fillaire, novelista que ha publicado un ensayo en apoyo a la rehabilitación del "escritor fantasma". Y añade “por supuesto que no era un Balzac o un Dickens…pero definitivamente tenía talento.”
Un manuscrito que iba a ser publicado – a nombre de Dumas– como “El caballero del Harmedal“, fue lo que propició que la pareja comenzara a trabajar de forma conjunta en la década de 1840. Durante el período siguiente los dos hombre iban a producir decenas de novelas y obras de teatro, pero siempre quedó el grado de misterio y de participación que envuelve a Maquet.
En 1858 la situación entre la pareja comenzó a irritarse, cuando Maquet frustrado por su falta de reconocimiento, se volvió contra su amo y lo llevó ante los tribunales en un intento de obtención de derechos por su participación en el trabajo. Así Maquet consiguió una indemnización financiera, pero Dumas siguió conservando su propiedad exclusiva de la producción. Aunque admitió que lo había ayudado, siempre insistió que él fue el único y verdadero creador.
Para los seguidores de Dumas, se trata de un error claro y justo el intento de Maquet por obtener reconocimiento ante la brillantez de su compañero Dumas. Su opinión es conjunta con la de Safty Nebbou, director de L'autre Dumas, para los que Maquet era un cómplice pero poco más. "Maquet no tenía el genio de Dumas, se podía pasar horas y horas escribiendo, pero no cambia nada. No se puede aprender a ser genio” dijo.
Pero aún así para muchos, incluyendo a Nebbou, Maquet era una pieza clave y esencial del éxito de Dumas por su parecido en cuanto al estilo. Pero en contrapartida los partidarios de Maquet defienden que después de la ruptura con su maestro escribió una serie de novelas de éxito moderado con su propio nombre y afirman que ” Había una extraordinaria alquimia entre ellos” dijo Fillaire. ” Ellos se necesitaban mutuamente. Cuando Maquet se separó de Dumas, él tampoco hizo nada de gran prestigio, mientras que Maquet se dedicó a escribir largo y tendido”.
Más tarde, una vez que había cosechado el dinero de sus propias creaciones, Maquet se compró un castillo en una villa francesa. Y una leyenda literaria dice que en su biblioteca había un manuscrito de “Los tres mosqueteros” y un nuevo título firmado por “A. Dumas y A. Maquet” (le figaro.fr)
Gérard
Depardieu, Benoît Poelvoorde, Dominique Blanc, Mélanie Thierry, Catherine
Mouchet, Jean-Christophe Bouvet, Philippe Magnan, Florence Pernel, Roger Dumas,
Michel Duchaussoy, Chloé Coulloud
FA
8469
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