lunes, 6 de junio de 2011

Vilgot Sjöman - Ingmar Bergman gör en film (1963)

INGMAR BERGMAN HACE UN FILM
Es el año 1961 e Ingmar Bergman está haciendo una película. Dado que se encuentra en el escenario como aprendiz de Bergman, Vilgot Sjöman (director, Soy curiosa-amarillo, 1967), le sugiere a la televisión sueca aprovechar la oportunidad de grabar con el aclamado director. En agosto, Sjöman y el equipo de la televisión comienzan a captar lo que se convertiría en un documental completo en cinco partes sobre la filmación de Nattvardsgästerna, ofreciendo puntos de vista de desarrollo de guiones, construcción de decorados y la iluminación, los ensayos y la edición, así como conversaciones íntimas con Bergman y miembros de su elenco y el equipo. Tomas del estreno sueco de la película ofrece reacciones inmediatas de la audiencia y comentarios de los críticos al día siguiente.

Bergman empezó a hacer películas en 1945 y en 1982 filmó Fanny y Alexander, su obra más tierna (pero nunca empalagosa) y de altos vuelos espirituales. Aún no se ha retirado y continúa trabajando en el teatro, escribe libros y guiones y hace películas para la televisión. Tiene más de ochenta años. Fanny y Alexander es un filme épico, de tres horas de duración, donde Bergman se despide celebrando el poder de la imaginación y recreando con lujo y de modo fantasmagórico su infancia, a menudo dolorosa. Es una culminación idónea de una brillante carrera en el cine.
En general, durante su vida Bergman hizo más de cincuenta películas que incluyen obras maestras como Fresas silvestres (1957), Persona (1966), La vergüenza (1968) y Escenas de un matrimonio (1973). Al principio de los años sesenta, Bergman dirigió tres dramas de cámara: Como en un espejo (1960), Luz de invierno (1962) y El silencio (1963), muy diferentes y unidos solamente por su desnudez formal, su belleza y el poder de la oscuridad. También se incluye el cuarto filme, Ingmar Bergman hace una película, un documental en cinco partes sobre la filmación de Luz de invierno, uno de los filmes favoritos de Bergman. El documental fue dirigido por el realizador Vilgot Sjöman (Soy curiosa, amarillo) y como dijo Sjöman «fue la primera y la única vez que Bergman permitía filmar su trabajo, desde la aparición de la idea, hasta las primeras exhibiciones».
Bergman veía su trilogía como «películas menudas», «obras de cámara» que permitían solo una cantidad limitada de voces y motivos, y donde el mundo exterior se «convertía en una niebla». También quería que la trilogía evocara el tema de la existencia de Dios y el silencio; fue la última vez que Bergman afrontaba estos temas directamente. Las tres películas son pequeñas, pero grandes en su ambición y por momentos emocionalmente fuertes. Todas fueron hechas con la estrecha colaboración del gran camarógrafo Sven Nykvist; Bergman dijo que «entre ellos usaban un lenguaje privado». Trabajaron juntos en más de treinta películas.
La trilogía también evoca la infancia difícil de Bergman, hijo de un severo pastor luterano, a quien recuerda como obsesionado con «el pecado, la confesión, el castigo, el perdón y la gracia». La juventud del director fue un tormento. Dominado por el matrimonio, sin amor de sus padres, la dificultad de distinguir entre la ilusión y la realidad y «la relación con Dios sin alegría» fue lo que formó profundamente la psiquis y las películas del Bergman adulto. (...) (Texto de Leonard Quart, tomado deCubacine)
FA 4152

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