El apático Gus tiene diecisiete años, y pasa la mayor parte
del tiempo sin hacer nada con su amigo Bill. Gus es conocido por las historias
(no del todo verdaderas) que cuenta sobre chicas con las que se acostó y sobre
las drogas que probó. Jessica también tiene diecisiete años, y parece un poco
ajena a todo, incluso a su mejor amiga, Christie. Todos los años hay un chico,
Brian, que arma una fiesta el 4 de Julio. En realidad la fiesta nunca es muy
buena, pero como hay cerveza libre, siempre va todo el mundo. Gus y Jessica se
encuentran en esa fiesta. Se sientan a mirar los fuegos artificiales en el
patio, y prenden luces de bengala, y Gus le dice que él no es el tipo de
persona que ella piensa que es. Entonces le cuenta un secreto que nunca le confió
a nadie.
De producción evidentemente ínfima, Dance Party USA tardó
dos años en ser terminado. Aaron Katz, su director, explica que eso se debió a
que su montajista, Zach Clark, estaba en Virginia, mientras que él vivía en
Brooklyn. Clark le enviaba el material a Katz en un DVD, y éste le remitía indicaciones
por escrito.
El film se estrenó en el South by Southwest Film Festival (SXSW), y luego circuló por una docena de otros festivales en los EEUU y se exhibió durante dos semanas en el Pioneer Theater de Nueva York.
Las críticas fueron variadas, pero casi todas alababan la sutil dirección de Katz y las interpretaciones naturalistas de los actores. El NYTimes señaló que "Dance Party USAes una construcción notablemente sutil, dirigida con extraordinaria empatía por Aaron Katz". Por su parte, el New York Sun incorporó a este film de Katz en su lista de diez mejores películas de 2006.
El film y el director han sido mencionados también en los medios como una parte importante del llamado 'mumblecore', movimiento de cine independiente norteamericano que también incluye films de Joe Swanberg, Andrew Bujalski y Jay Duplass, muchos de los cuales tuvieron su primera exhibición en el SXSW.
El film se estrenó en el South by Southwest Film Festival (SXSW), y luego circuló por una docena de otros festivales en los EEUU y se exhibió durante dos semanas en el Pioneer Theater de Nueva York.
Las críticas fueron variadas, pero casi todas alababan la sutil dirección de Katz y las interpretaciones naturalistas de los actores. El NYTimes señaló que "Dance Party USAes una construcción notablemente sutil, dirigida con extraordinaria empatía por Aaron Katz". Por su parte, el New York Sun incorporó a este film de Katz en su lista de diez mejores películas de 2006.
El film y el director han sido mencionados también en los medios como una parte importante del llamado 'mumblecore', movimiento de cine independiente norteamericano que también incluye films de Joe Swanberg, Andrew Bujalski y Jay Duplass, muchos de los cuales tuvieron su primera exhibición en el SXSW.
Los jóvenes de Dance Party USA, beben, fuman, y yacen
desmayados en pisos y colchones, antes de despertarse, totalmente vestidos,
para volver a empezar. El sexo es más ocasión de discurso jactancioso que de
realización genuina (no estamos ante una película de Larry Clark), jactancia que
cae a menudo en la náusea y la misoginia.(...) Dirigida con extraordinaria
empatía por Aaron Katz (también autor del guión), Dance Party USA es
un film -hay que admitirlo- menor, pero al que le confieren peso el tono
anhelante y una cámara fascinada por los vuelcos y sombras emocionales que es
dable encontrar en un rostro joven.
Jeannette Catsoulis, New
York Times
Lo descubrí en el Festival de Mar del Plata del año pasado
con Cold Weather, y me puse a buscar sus dos películas anteriores. Esta
llegó recientemente por cuentagotas en torrent anónimo, aunque ahora veo que
hace un par de años fue subida con el mismo nombre ("Dance
Praty.avi", sic) por Woahmer en KG, sin dar datos de origen. No
es un gran rip, pero brinda la posibilidad de deletrear los rudimentos del mumblecore.
Los subtítulos ingleses que conseguí y que le calzaban como anillo al dedo,
eran "fragment", así que le cambié el nombre al archivo avi, que tal
vez en su origen habrá sido un "fragment". Subtítulos castellanos de
un servidor, en los que -dado el registro entre coloquial-farfullante y
crudográfico- la neutralidad viene a ser una quimera. Igual los podé un poco de
algunas cosas rioplatenses que caían de maduro para no fastidiar, y acercarme
todo lo posible al anhelo incumplido del pancastellanismo.
FA 4326
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