Jozef Lauko es un cocinero de mediana edad que vive con su
ex esposa. En una visita al médico se le diagnostica bajo el número 322 (Código
usado para el Cáncer). Ante esta encrucijada, Jozef comenzará a cuestionarse la
forma en cómo ha llevado su vida y a la vez visitará amigos tratando de
descubrir si ellos se siente bien consigo mismos.
Siguiendo este estado armónico en que eurídice no me permite
dejar de enviarle proyectos, y yo no le permito dejar de traducir, nos complace
presentarles otra magnífica película, esta vez proveniente de aquel semillero
de directores y obras maestras que fue Checoslovaquia.
Tras una destacable carrera como documentalista, el director Checoslovaco Dusan
Hanak decidió emprender su primer proyecto cinematográfico, 322. Para ello
escogió el relato corto del literato Ján Johanides. La historia original
versaba sobre un hombre de edad mediana al que se le diagnosticaba cáncer y
comenzaba a preguntarse por el sentido de su existencia, Hanak fue más allá e
introdujo una variación determinante, el protagonista sería un buen tipo, pero
en su pasado habría participado en purgas políticas y oscuras situaciones que
lo harían cargar con un sentimiento de culpabilidad que lo acosaría
constantemente, de esta forma el 322 pronunciado por los médicos, vendría a ser
la manifestación de la finitud humana, pero también una especie de castigo por
su pasado. El guión fue aprobado, pero cuando debió estrenarse la película la
situación había cambiado, los Soviéticos habían llegado, la película fue
censurada.
Eran tiempos de vanguardias en el cine mundial y sobre todo en la cinematografía
Checoslovaca, muchos realizadores estaban experimentando con el lenguaje
cinematográfico y aportando grandes elementos al cine mundial. 322 se enmarca
dentro de esa época, y de esta forma nos encontramos con una obra de
vanguardia, de corte experimental, filmada en blanco y negro como muchas otras
obras importantes de la época. El estilo que cultiva Hanak en este film se
asemeja al de los primeros años de Juraj Jakubisko, y a algunas obras del
Yugoslavo Makavejev, los tres con una raíz común, formados en la FAMU.
De esta forma, Hanak nos presenta la vida de su versión de
Jozef, en una forma innovadora para la época, utilizando la técnica de la
asociación libre de ideas y de imágenes, utilizando la inserción de fotografías
que a veces detienen la narración y a veces son la narración misma, utilizando
la incomunicación entre algunos personaje para mostrar el absurdo de su
existencia, y el absurdo mismo en algunas escenas. Nos adelanta a su vez la
magistral fotografía que tendrá su punto máximo en su maravillosa “Imágenes del
mundo de antaño”. Todo esto acompañado por una excelente banda sonora de Jazz.
El filme en sí, constituye, como adelantaba, un compilado variopinto de temas,
no es raro, tratándose de una peli filmada en un ambiente opresivo que uno de
los temas principales sea el de la
Libertad , lo que en un régimen totalitario trasunta en el
rescate de la individualidad, valga como ejemplo el ciudadano BU-66 456963, el
cual se autodefine como “Persona” antes que otra cosa, o la opresión por parte
del estado cuando una voz salida de los megáfonos les indica que hacer en la
calle, por dónde cruzar, hacia donde ir, escena terrible, digna del Gran
Hermano. Otro tema importante es el de la culpabilidad de Jozef, resultante de
la variación de Hanak, valga en este caso la escena donde Jozef es golpeado sin
motivos por unos jóvenes y acepta la paliza porque se siente culpable, una
especie de aceptación Karmática por su pasado en el partido. El sentido de la
vida y de las vidas también atraviesa toda la película, la inminencia de la
muerte lleva a Jozef a buscar a sus amigos y preguntarles si están contentos
con su vida, si es lo que querían, preguntas que no serán satisfechas, pues los
interrogados se encuentran en un nivel de conciencia distinto al de Jozef. Todos
estos temas, densos de por sí, son alivianados por la cámara inquieta y a veces
irónica de Hanak, y fluyen de personaje en personaje al ritmo del Jazz, a la
vez que el Checoslovaco nos orienta con la inclusión de pequeños títulos que
van marcando la narración.
Una peli un poco difícil de ver, pero fundamental y necesaria, fundamental por
sus méritos formales y de fondo, por ser una de la mejores peliculas eslovacas
de todos los tiempos, necesaria por mostrarnos una sociedad donde el ser humano
se consideraba un número, necesaria porque la sociedad que se presenta tiene un
parecido terrible a la actual nuestra, porque vivimos en una época en que con
un basamento teórico distinto, el ser humano ha vuelto a ser sobrepasado por la
cifra.
Sin más que redoblar las gracias a mi querida Eurídice los dejo con la peli y
que la disfruten.
FA 4554
No hay comentarios:
Publicar un comentario