martes, 28 de febrero de 2012

Dusan Hanak - 322 (1969)


Jozef Lauko es un cocinero de mediana edad que vive con su ex esposa. En una visita al médico se le diagnostica bajo el número 322 (Código usado para el Cáncer). Ante esta encrucijada, Jozef comenzará a cuestionarse la forma en cómo ha llevado su vida y a la vez visitará amigos tratando de descubrir si ellos se siente bien consigo mismos.
Siguiendo este estado armónico en que eurídice no me permite dejar de enviarle proyectos, y yo no le permito dejar de traducir, nos complace presentarles otra magnífica película, esta vez proveniente de aquel semillero de directores y obras maestras que fue Checoslovaquia.

Tras una destacable carrera como documentalista, el director Checoslovaco Dusan Hanak decidió emprender su primer proyecto cinematográfico, 322. Para ello escogió el relato corto del literato Ján Johanides. La historia original versaba sobre un hombre de edad mediana al que se le diagnosticaba cáncer y comenzaba a preguntarse por el sentido de su existencia, Hanak fue más allá e introdujo una variación determinante, el protagonista sería un buen tipo, pero en su pasado habría participado en purgas políticas y oscuras situaciones que lo harían cargar con un sentimiento de culpabilidad que lo acosaría constantemente, de esta forma el 322 pronunciado por los médicos, vendría a ser la manifestación de la finitud humana, pero también una especie de castigo por su pasado. El guión fue aprobado, pero cuando debió estrenarse la película la situación había cambiado, los Soviéticos habían llegado, la película fue censurada.

Eran tiempos de vanguardias en el cine mundial y sobre todo en la cinematografía Checoslovaca, muchos realizadores estaban experimentando con el lenguaje cinematográfico y aportando grandes elementos al cine mundial. 322 se enmarca dentro de esa época, y de esta forma nos encontramos con una obra de vanguardia, de corte experimental, filmada en blanco y negro como muchas otras obras importantes de la época. El estilo que cultiva Hanak en este film se asemeja al de los primeros años de Juraj Jakubisko, y a algunas obras del Yugoslavo Makavejev, los tres con una raíz común, formados en la FAMU.

De esta forma, Hanak nos presenta la vida de su versión de Jozef, en una forma innovadora para la época, utilizando la técnica de la asociación libre de ideas y de imágenes, utilizando la inserción de fotografías que a veces detienen la narración y a veces son la narración misma, utilizando la incomunicación entre algunos personaje para mostrar el absurdo de su existencia, y el absurdo mismo en algunas escenas. Nos adelanta a su vez la magistral fotografía que tendrá su punto máximo en su maravillosa “Imágenes del mundo de antaño”. Todo esto acompañado por una excelente banda sonora de Jazz.

El filme en sí, constituye, como adelantaba, un compilado variopinto de temas, no es raro, tratándose de una peli filmada en un ambiente opresivo que uno de los temas principales sea el de la Libertad, lo que en un régimen totalitario trasunta en el rescate de la individualidad, valga como ejemplo el ciudadano BU-66 456963, el cual se autodefine como “Persona” antes que otra cosa, o la opresión por parte del estado cuando una voz salida de los megáfonos les indica que hacer en la calle, por dónde cruzar, hacia donde ir, escena terrible, digna del Gran Hermano. Otro tema importante es el de la culpabilidad de Jozef, resultante de la variación de Hanak, valga en este caso la escena donde Jozef es golpeado sin motivos por unos jóvenes y acepta la paliza porque se siente culpable, una especie de aceptación Karmática por su pasado en el partido. El sentido de la vida y de las vidas también atraviesa toda la película, la inminencia de la muerte lleva a Jozef a buscar a sus amigos y preguntarles si están contentos con su vida, si es lo que querían, preguntas que no serán satisfechas, pues los interrogados se encuentran en un nivel de conciencia distinto al de Jozef. Todos estos temas, densos de por sí, son alivianados por la cámara inquieta y a veces irónica de Hanak, y fluyen de personaje en personaje al ritmo del Jazz, a la vez que el Checoslovaco nos orienta con la inclusión de pequeños títulos que van marcando la narración.

Una peli un poco difícil de ver, pero fundamental y necesaria, fundamental por sus méritos formales y de fondo, por ser una de la mejores peliculas eslovacas de todos los tiempos, necesaria por mostrarnos una sociedad donde el ser humano se consideraba un número, necesaria porque la sociedad que se presenta tiene un parecido terrible a la actual nuestra, porque vivimos en una época en que con un basamento teórico distinto, el ser humano ha vuelto a ser sobrepasado por la cifra.

Sin más que redoblar las gracias a mi querida Eurídice los dejo con la peli y que la disfruten.

FA 4554

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