Documental sobre una ex Miss Wyoming acusada de raptar,
encerrar y violar a un joven misionero en Londres, historia que la prensa
amarilla británica bautizó en los años 70 como "El Caso del Mormón
Esposado".
Como documentalista, Errol Morris no es tanto un humanista
como un conocedor de las historias de "contenido humano", y Tabloid,
su nuevo film, sobresaltadamente entretenido y que concita extáticas alabanzas,
no es tanto un retorno a la forma cuanto un recordatorio de su continua
fascinación con esa galería de "bichos raros" de que hace gala la
vida norteamericana.
Con temas como la negación del Holocausto, la guerra de
Vietnam, y la tortura en Abu Ghraib, los films de la llamada trilogía de la
atrocidad de Morris -Mr. Death (1999), The Fog of War (2003), y Standard
Operating Procedure (2008)- eran meditaciones sobre la naturaleza de la
verdad, ejercicios a la vez elevados e insidiosos. Pero aquí no hay lugar para
moralina de ninguna clase. Con Tabloid, Morris desmonta de su alta
cabalgadura para deleitarse con la grotesca saga de Joyce McKinney, antaño Miss
Wyoming y autodescripta como Señorita Perfecta, quien, allá por los días
de gloria de Johnny Rotten y Poly Styrene, dio a la prensa amarilla británica
otro avatar del cuento sado-masoquista con su loca persecución y alegado
secuestro de un tal Kirk Anderson, joven misionero de la Iglesia de Jesucristo
y de los Santos de los Ultimos Días con residencia en Londres.(...) Al comparar Tabloid con Rashomon,
el ejemplo clásico de narración subjetiva y cifra de verdades insondables,
Morris parece sugerir que es imposible dilucidar los vericuetos del caso
McKinney-Anderson, entre otros aspectos de la historia de Joyce McKinney, y que
ha realizado la película sin necesidad de investigar. Como el cineasta
seguramente sabe, empero, tal insondabilidad es menos atrayente en última
instancia que el enigma de la personalidad que Joyce se creó para sí misma. No
parece que ella quiera engañarnos, pero ¿de verdad se cree sus propias
explicaciones? Tal es la fuente de la fascinación de este film. Por absurdo que
parezca, el convencimiento de Joyce no sólo es convincente, sino también
contagioso. Y lo mismo pasa, incluso, con su elástico sentido de la realidad:
una inmersión de noventa minutos en su mundo no puede menos que llevarnos a
cuestionar el nuestro.
J. Hoberman, The Village Voice
Errol Morris es un intrépido cazador de hechos, pero aun más
fundamentalmente, un coleccionista de almas, descripción que pretendo que suene
lo suficientemente exaltada, y a la vez un poco morbosa. "¿Qué
ocurrió?" es, para él, una pregunta a menudo cargada de ambigüedad, pero
no necesariamente insondable. Morris es lo bastante positivista como para creer
que la verdad anda dando vueltas por algún lado (...)
En cuanto a "¿Quién eres?", se trata en cambio de
un interrogante que hunde a este racionalista obsesivo -u obseso racional, si
se prefiere- en el hoyo de conejo de la indeterminación. Tras cuatro décadas y
multitud de enigmas cinematográficos, Morris ha desarrollado una habilidad para
encontrar esa área de cada persona en que la lucidez se cruza con el engaño, y
donde el deseo de la representación choca con la pulsión del disimulo. Gente
que parece inventarse a sí misma ante la cámara, y que apenas un momento
después, desmonta sus papeles.
Miss McKinney, con su decir cantarín y sus modos amables,
con su risa franca y su llanto fácil, parece un interlocutor casi a medida para
nuestro cineasta. El hecho de que ahora se queje de la forma en que el film la
trata no puede disipar -podría, más bien, de hecho confirmar- la absurda,
lacerante sospecha de que su vida ha sido un largo prolegómeno, una especie de
audición, para una película de Morris.
A.O. Scott, The New York Times
Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo... por qué
lo llaman sexo cuando quieren decir dominación. Realmente, una peli completamente
absorbente por lo entretenida, ciertamente con el tema de dónde está la verdad,
de fondo, pero todo eclipsado por esas relaciones de dominación (mormones, sexo
-dominación de personas del sexo opuesto en sentido amplio-, propia
mortificación, prensa, también quizá el tipo de las clonaciones del final, y
las fantasías románticas y ¿por qué no? también el sueño americano). Estos días
que estoy viendo pelis de losey, ésta va muy bien para completar el tema. Y no
me parece nada rara su conexión con herzog, porque la protagonista podría
perfectamente pasar por un héroe herzogiano, más o menos caricaturesco que
éstos, según se mire. Muy interesante. Por ejemplo, cómo resalta el papel de la
prensa como un espejo de la propia protagonista. Y esos titulares
sobreimpresionados, muestran el poder de ese uso de la prensa. Siempre
agradecido a los descubrimientos del blog. Un abrazo!
PD: Por cierto, una cosa un poco bizarra. La chica que lee ese como cuento de hadas al principio y al final, quién es? Porque no figura en los créditos, creo. Es decir, por lo que dice al final, parece que no puede ser la protagonista, y me hace pensar más bien en que es una actriz que la suplanta. Así se me ocurren dos posibilidades. O es una actriz que se hace pasar por la protagonista, y deja así plasmado ese aspecto de la manipulación mediática que se ha tocado a lo largo de toda la peli, y de qué es verdad o qué es mentira, o, si asumimos que es la verdadera protagonista, en tanto que relataría algo referente a su futuro y a su muerte, vendría a dar una lectura de toda esa etapa de mayor de la protagonista como un voluntario y como muy autoimpuesto sacrificio o mortificación de sí misma, una dominación ejercida sobre sí misma, una vez acabadas las relaciones de dominación sobre los demás. Me parece interesante esa ambigüedad.
PD2: La peli tiene como dos partes, una como de ascenso de la protagonista y otra como de descenso. La primera parte ya sería suficientemente completa en sí misma. Muchas cosas insinuadas ya tienen mucha fuerza. En la segunda se añade luz sobre preguntas o cosas insinuadas en la primera y se añade material temático. La primera parte correspondería más al héroe herzogiano, al tema de la dominación, y la veo como más narrativa o lineal. La segunda vuelve la peli más coral (como que añade personajes y protagonistas), da varios puntos de vista, y como que diluye la potencia narrativa o dramática. No lo digo como algo negativo, quizá es que me asombro de la potencia narrativa de la primera parte. En cualquier caso, quizá esa inercia conseguida en la primera parte hace que en la segunda matengamos una cercanía con la protagonista en su caída, al menos en mi caso. Quizá si hubiera estructurado el material más homogéneamente la peli hubiera perdido parte de chispa.
PD: Por cierto, una cosa un poco bizarra. La chica que lee ese como cuento de hadas al principio y al final, quién es? Porque no figura en los créditos, creo. Es decir, por lo que dice al final, parece que no puede ser la protagonista, y me hace pensar más bien en que es una actriz que la suplanta. Así se me ocurren dos posibilidades. O es una actriz que se hace pasar por la protagonista, y deja así plasmado ese aspecto de la manipulación mediática que se ha tocado a lo largo de toda la peli, y de qué es verdad o qué es mentira, o, si asumimos que es la verdadera protagonista, en tanto que relataría algo referente a su futuro y a su muerte, vendría a dar una lectura de toda esa etapa de mayor de la protagonista como un voluntario y como muy autoimpuesto sacrificio o mortificación de sí misma, una dominación ejercida sobre sí misma, una vez acabadas las relaciones de dominación sobre los demás. Me parece interesante esa ambigüedad.
PD2: La peli tiene como dos partes, una como de ascenso de la protagonista y otra como de descenso. La primera parte ya sería suficientemente completa en sí misma. Muchas cosas insinuadas ya tienen mucha fuerza. En la segunda se añade luz sobre preguntas o cosas insinuadas en la primera y se añade material temático. La primera parte correspondería más al héroe herzogiano, al tema de la dominación, y la veo como más narrativa o lineal. La segunda vuelve la peli más coral (como que añade personajes y protagonistas), da varios puntos de vista, y como que diluye la potencia narrativa o dramática. No lo digo como algo negativo, quizá es que me asombro de la potencia narrativa de la primera parte. En cualquier caso, quizá esa inercia conseguida en la primera parte hace que en la segunda matengamos una cercanía con la protagonista en su caída, al menos en mi caso. Quizá si hubiera estructurado el material más homogéneamente la peli hubiera perdido parte de chispa.
FA 5054
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