La trama desarrolla su acción en los años treinta, cuando llega al país David Alfaro Siqueiros. El film relata las distintas circunstancias que llevaron al pintor a realizar el famoso mural en la quinta Los Granados, propiedad de Natalio Botana, con la colaboración de los pintores argentinos Lino Enea Spilimbergo, Antonio Berni y Juan Carlos Castagnino y el uruguayo Enrique Lázaro; más las complicadas y entrecruzadas relaciones entabladas entre los personajes protagónicos de la historia.
Simple
fresco sobre la hipocresía argentina
Plasmar en una sola
película de menos de dos horas de duración la rica historia del muralista David
Siqueiros y su relación con Natalio Botana saliendo airoso es casi
imposible. No por la falta de capacidad de quien emprenda proyecto de tal
magnitud, sino por la cantidad de historias que se derivan de un conflicto del
que participaron notables figuras del siglo XX y que debido a su riqueza
pueden hacerlo desbarrancar para convertirlo en un pastiche.
Aunque debemos aclarar que este no es el caso de El mural (2010) y que más allá del clasicismo
que atraviesa el relato, Héctor Olivera (La noche de los
lápices, 1986) sale airoso de tamaña hazaña.Fa 5016
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