En un pequeño hotel de la ciudad inglesa de Bournemouth coincide un grupo de diversos personajes excéntricos, pertenecientes a diferentes ambientes y condición social.
Delbert Mann nació en Lawrence (Kansas), el 30 de junio de 1920. Creció en Nashville y se licenció en Ciencias Políticas en la Universidad de Vanderbilt en 1941, aunque siempre manifestó su interés por el mundo del espectáculo. Durante la II Guerra Mundial sirvió en las Fuerzas Aéreas y, al terminar la contienda, se matriculó en arte dramático en la escuela de Yale. Con sólo 29 años ya era director del teatro Town en Columbia y pronto se trasladaría a Nueva York para orientar su vida por completo hacia el mundo de la dirección.
El productor Fred Coe se erigió en su mentor y Mann pasó a trabajar en la cadena televisiva NBC; allí se curtiría como director de programas dramáticos, la mayoría de ellos emitidos en directo, entre los que se contarían decenas de entregas de la producción The Philco Television Playhouse. Sólo entre 1949 y 1955, Mann realizaría más de 100 dramas televisivos: se trataba de una época en la que la televisión norteamericana era un hervidero creativo en el que bullía el talento de posteriores cineastas que quedarían etiquetados como "la generación de la televisión", y entre los que se contaban nombres de la talla de John Frankenheimer, Arthur Penn, Robert Mulligan y Sidney Lumet.
Aunque jamás abandonaría su labor televisiva, Delbert Mann saltó pronto al mundo del cine. En 1953 había dirigido para la NBC un guión del gran Paddy Chayefsky titulado Marty, centrado en la figura de un apocado carnicero del Bronx enamorado de una joven de su barrio. Dos años más tarde sería el encargado de dirigir el relato para la gran pantalla. Se trataba de una producción independiente, distribuida por United Artists, que quería desmarcarse del grueso de las películas hollywoodienses para elaborar un filme realista, apegado a las calles y centrado en los avatares de la gente corriente. Marty triunfó en la entrega de los Oscar, obteniendo las estatuillas correspondientes a la mejor película, director, guión y actor principal.
Lejos de deslumbrarse por los fastos de la Academia, Mann retornó a la televisión y no volvió a filmar una película hasta 1957, el drama La noche de los maridos, y aun entonces se apoyó en un material por él conocido: otro guión de Chayefsky que ya había realizado para un dramático televisivo en directo.
La categoría como cineasta de Delbert Mann creció en los años posteriores, en los que encadenó Deseo bajo los olmos (1958), una excelente adaptación de Eugene O'Neill con Sofía Loren y Anthony Perkins, la inolvidable Mesas separadas (1958), en la que reunió un reparto apabullante que contaba con Deborah Kerr, Burt Lancaster, Rita Hayworth y David Niven, y la notable En mitad de la noche (1959), otro guión de Paddy Chayefsky. En los años sesenta, Mann se dedicó casi por completo al cine, aunque nunca llegase a despuntar como una estrella (incluso hoy, las enciclopedias cinematográficas no son pródigas en realzar sus logros), pero entregando estupendos filmes como las comedias Pijama para dos (1961), con Rock Hudson y Doris Day, y Suave como visón (1962), capitaneada por Cary Grant, el drama bélico Nido de águilas (1963), de nuevo con Rock Hudson, y la intriga La mujer sin rostro (1965).
A partir de 1968, Delbert Mann regresaría a la televisión, medio que siempre consideró su auténtico hogar y en el que aseguraba haber encontrado siempre la mayor libertad creativa. Su labor arrojaría un buen número de prestigiosas producciones, como David Copperfield y Sin novedad en el frente. (El Paìs)
Cuarto film del realizador norteamericano Delbert Mann (“Marty”, 1955). El guión, de Terence Rattigan, John Gay (“Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, Minnelli, 1961) y John Michael Hayes (no acreditado), adapta dos obras de teatro de un solo acto cada una (“Mesa en la ventana” y “Mesa número 7”), del dramaturgo Terence Rattigan. Se rueda en el Hotel Miramar, de Bournemouth (Dorset, Inglaterra), con decorados de Edward Carrere. Nominado a 7 Oscar, gana 2 (actor principal y actriz de reparto). Producido por Harold Hecht (“Marty”) para Hetch-Hill-Lancaster Productions/UA, se estrena el 18-XII-1958 (EEUU).La acción dramática tiene lugar en el Hotel Beauregard, de la localidad costera de Bornemouth, del Sur de Inglaterra. El establecimiento anuncia que ofrece ambiente familiar, cocina casera y comedor con mesas separadas. Los hechos suceden en el otoño de 1958. Son huéspedes fijos el comandante Agnus Pollock (Niven), militar jubilado con una gloriosa hoja de servicios; la Sra. Railton-Bell (Cooper), de carácter estricto, intransigente y dominante; la joven Sybill Railton-Bell (Kerr), tímida, sumisa y dominada por la madre, que sufre ciscunstanciales ataques de histeria; John Malcom (Lancaster), escritor norteamericano, que ahoga en alcohol los recuerdos de un antiguo amor frustrado; Charles (Taylor), estudiante de medicina; Jean (Dalton), pareja de Charles; un profesor de cultura griega; y otros. La dirección del hotel corre a cargo de la eficiente y atenta Pat Cooper (Hiller). Acaba de llegar como huésped temporal Ann Shankland (Hayworth), antigua modelo y antigua esposa de John Malcom.El film suma drama y romance. Explora cuatro historias de amor diferentes: una se basa en afinidades derivadas de represiones similares; otra trata de dar una segunda oportunidad a un amor del pasado; la tercera busca consuelo que alivie profundas frustraciones personales y la última es un amor joven, de pareja de hecho, con connotaciones obsesivas. Los personajes son seres solitarios, desilusionados y marginados, que ocultan fracasos, frustraciones y desesperación. Necesitan afecto, comprensión, apoyo y amor.La comunicación entre los huéspedes resulta difícil, porque topa con prejuicios, conveniencias sociales, inseguridades e incertidumbres. Actitudes intolerantes, intransigentes, inflexibles y autoritarias entran en colisión con propuestas que preconizan comprensión, confianza y afecto. Algunos personajes han de aprender no sólo a aceptar a los demás, sino también a aceptarse a ellos mismos. La pequeña sociedad variopinta que forman los huéspedes deviene un microcosmos que refleja y explica el mundo complejo de las relaciones interpersonales y de la convivencia en una sociedad. La música, de David Raskin (“Carrie”, Wyler, 1952), ofrece una sonora partitura orquestal de acompañamiento descriptivo y ambiental, que invita a la reflexión crítica. Añade la canción “Separate Tables”, compuesta para la ocasión, con música de Harry Warren y letra de Harold Adamson. La fotografía, de Charles Lang Jr. (“Sabrina”, Wilder, 1954), en B/N, hilvana una narración visual sobria y austera, que cierra con un espectacular y emotivo travelling de alejamiento. (Miquel de Filmaffinity)
FA 3933
No hay comentarios:
Publicar un comentario