Mark vive con su esposa embarazada. Y recibe un llamado de Kurt, un amigo al que hace tiempo que no ve –y al que algunos denominarán "hippie"– para hacer un viaje de fin de semana. Mark y Kurt salen a la ruta, y en algún momento llegan a un paraje en medio del verde y húmedo bosque de Oregon. Y luego vuelven: Mark, a su familia; Kurt, a su vagabundeo. Old Joy no es un relato de argumento fuerte sino una gran película de climas y sensaciones, contada en tiempo presente pero inclinada a mirar hacia el pasado, un pasado que ya no volverá y que ilumina el presente con melancolía y dolor. Los diálogos y los silencios de Mark y Kurt dejan oír cómo cambió su amistad, cómo la vida los fue transformando, cómo el tiempo no vuelve. También se oye la naturaleza, y se ve. Las imágenes y sonidos de esta película –que hacen pensar en un Terrence Malick intimista– nos envuelven, nos transportan, nos conectan con el mundo y con un cine tan tenue en su relato como visceral en sus emociones. (BAFICI)
FA 3964
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