El demonio de las armas
Un veterano de la Segunda Guerra Mundial, Bart Tare, obsesionado desde niño con las armas, conoce a una mujer fatal, Annie Laurie Starr que, dejándose llevar por sus instintos, lo arrastra a un camino criminal sin retorno. Unidos por su afición a las armas, la relación de la pareja desemboca, entre atraco y atraco, en un torbellino de pasiones que les conduce irremediablemente a un trágico final.
“Gun Crazy” obra maestra de una serie de film noir en la mejor fase, visión oscura de la posguerra en los Estados Unidos, si bien parte de su acción sucede en exteriores y no en una metrópoli de tamaño, ni primordialmente de noche. Aquí se siente el temple y facultades de Joseph H. Lewis que le redituarían admiración, lo que podía desarrollar con un mínimo de dinero y en penosas condiciones de rodaje, con un argumento sencillo, un material poco eminente, le saca frutos y domina con su dirección impulsiva de los actores; nunca estuvieron mejor John Dall ni Peggy Cummins. La puesta en escena y fluidez son otras marcas de Lewis: el celebradísimo plano secuencia del robo, con la cámara en el asiento trasero de un automóvil desde el cual se atestigua la llegada al pueblo y hasta la fuga, es insuperable. La femme fatale compuesta por la Cummins supera a otros personajes de más renombre del ciclo, sin angustias ni contriciones.
FA 3978
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