Un camión que transporta presos tiene un accidente; como consecuencia, dos de esos presos, un hombre blanco y otro de color, encadenados ambos por una cadena, escapan y emprenden una larga huída en busca de la libertad. Pronto serán perseguidos por un grupo de hombras, policías y civiles, ansiosos de sangre, al frente de los cuales está un sheriff que cree en la justicia, y no quiere que las cosas se desmadren. Ambos fugitivos irán conociéndose poco a poco mientras atraviesan no pocos peligros.
Esta extraordinaria película narra el caso de dos convictos, uno blanco y el otro negro, que escapan juntos de su cautiverio, teniendo que permanecer unidos en su fuga por estar esposados. Los eslabones de sus cadenas son el cruce del odio que siente el preso blanco hacia el negro. Ellos deben soportar unidos las desventuras de la fuga y ayudarse uno al otro. Así, el filme no solo es emocionante, sino también conmovedor. La historia no da tregua, ni en sucesos ni en el humanismo presente como parábola: ensayo sobre el respeto, la tolerancia y la hermandad, a lo que ayudan las excelentes actuaciones de Tony Curtis y de Sidney Poitier. Cine para siempre.
FA 3901
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