domingo, 10 de julio de 2011

Mikio Naruse - Bangiku (1954)

CRISANTEMOS TARDÌOS
La ex geisha Kin (Haruko Sugimura) vive sola en Tokio con una mucama sordomuda, y se gana la vida como prestamista. Sus antiguas colegas Tamae (Chikako Hosokawa) y Tomi (Yuko Mochizuki) le deben dinero, pero Kin ni piensa en condonarles la deuda. Esto no puede sino provocar mal humor. En realidad, ambas deudoras ya tienen bastante que hacer, sobre todo con sus hijos: Tamae, la más bella del trío, que trabaja ahora como sirvienta cuando las migrañas no la dejan postrada, se preocupa por su hijo Kiyoshi (Hiroshi Koizumi), que anda en amores con otra mujer, a la que quiere seguir hasta Hokkaido. Tomi, por su parte, que se deja estar desde que su época de geisha pasó, trata de evitar que su moderna hija Sachiko (Ineko Arima) se case con un hombre más viejo. Entretanto, Kin se alegra de que retornen a su vida dos antiguos amantes: Tabe (Ken Uehara) y Seki (Bontaro Miyake).
Crisantemos tardíos es el film más perfecto de Mikio Naruse, una precisa combinación de varios relatos cortos (Bangiku, Suisen, y Shirasagi) de la escritora Fumiko Hayashi, que narran la vida de tres geishas entradas en años: O-Kin, Tamae y O-Tomi. La perfección, supongo, implica algún tipo de apoteosis, una cima personal nunca de nuevo alcanzada, pero Crisantemos tardíos es más bien el film que inaugura el ciclo magistral que lleva a Naruse hasta Midareru (1964), una obra significativamente más áspera, pero a la vez el mayor y más expresivo logro del director. (Keith Uhlich, Slant Magazine)
FA 4269

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