Tierno, cruel, y muy gracioso, el cuarto largometraje de Baumbach convierte a una historia familiar en una suerte de mito urbano.(...) La precoz Kicking and Screamingera una notable evocación de angustias de recién graduado; la menos exitosa Mr. Jelousy, un análisis fascinante del masoquismo masculino. Como ellas, The Squid and the Whale está repleta de pirotecnia verbal de descarte, pero es visualmente más aguda, y no tan agradable -por último- en su visión mortificada del sexo adolescente. Se trata de una comedia de humillación con fuertes elementos de psicodrama, e incluso exorcismo. En Kicking and Screaming, Baumbach le concedía a su padre un cameo como maestro de escritura de su alter ego; aquí él mismo interviene en el film en el papel de antiguo estudiante de su padre ficcional. Papá hace mutis en The Squid and the Whale durante un climax ricamente novelesco: la largamente incubada crisis del estacionamiento desemboca en un giro farsesco cuya complejidad emocional sólo puede ser sondeada a partir de lecturas divergentes de Sin aliento, de Godard.
FA 4274
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