lunes, 25 de junio de 2012

Andrzej Jaroszewicz - Diabel (1972)


Diabel
Año: 1972
País: Polonia
119 min.
Fotografía: Andrzej Jaroszewicz
Música: Andrzej Korzynski
Guión: Andrzej Zulawski
Reparto: Malgorzata Braunek, Michal Grudzinski, Iga Mayr, Monika Niemczyk, Wojciech Pszoniak, Wiktor Sadecki
El film que reveló internacionalmente el talento paroxístico y las maneras espásticas del genialoide Zulawski tanto por suponer un éxito rotundo (en los muy activos circuitos del “arte y ensayo” de la época claro) como por forzar su primer exilio de Polonia, el segundo sería como consecuencia de ese film reconstruido que es “En el globo plateado” (realizado en el 1977 y rescatado una década después con un montaje que incluye pasajes narrados), indescriptible epopeya de ciencia –ficción misticoide de tres horas de duración, escenografía alucinada, discurso desbordante (sobre la creación de la civilización, nada menos) y ultraviolencia primitivista.
En este caso su peculiar impronta visual y su alucinatorio trabajo con los actores, algo así como una colisión entre abstracción y naturalismo barroco con cámara en mano y “happening” situacionista en un estado de conciencia definitivamente alterado, entre hipidos, soliloquios a gritos y accesos epilépticos (sic.), una constante contraposición entre fealdad/belleza, vicio/virtud en un combate a muerte en el cuerpo físico tanto de la imagen como de los intérpretes (no está lejos de los planteamientos de Werner Herzog o de las vanguardias teatrales de la época), encuentra acomodo en las elásticas fronteras del fantástico, quizás el lugar natural del talento del polaco y donde anida otro título tan aterrador y desquiciado como “La posesión”, psicodrama sexual en el que Isabelle Adjani es infiel a su marido Sam Neill con una viscosa criatura preternatural en una sórdido edificio, y esto solo para empezar.
Un joven soldado es liberado por un misterioso individuo, probablemente el diablo “in person” de barba roja, figura contrahecha, cojera (recordar como el diablo o un diablo más bien es representado en muchos mitos como “el diablo cojuelo”) y ropa negra que lo acompañara en su viaje con la intención de sonsacarle los nombre de una serie de correligionarios a los que debe traicionar para salvarse.Esto en teoría, claro por que lo que se pretende no es otra cosa que una alegoría sobre la Polonia pasada y presente a través de un viaje (como todos, de conocimiento y en este caso además de introspección a ser “hacia atrás”) al centro mismo del mal, la locura y la pureza, un territorio que pertenece tanto a la sangre como a la mente, repleto de simbolismos (la navaja, los equilibristas,…), psicoanálisis pasado de rosca (la presencia del incesto), metaficción y juegos de espejos (la representación de Hamlet que comenta la trama, de igual modo que en Hamlet hay una representación que comenta la trama), delirios teológicos de todo pelaje,…; un purgatorio espantoso y extrañamente bello en el que se trata por igual, a la vez, sin la menor reflexión y del modo más exaltado posible sobre el amor, la muerte, la traición y la existencia misma, con la libertad y el alma como premio. En muchos aspectos no deja de ser la típica empanada centroeuropea de arte y ensayo que causaba estragos en los 60/70, pero Zulawski logra superar cualquier limitación en virtud de un “look” lisérgico y adictivo (al que no es ajeno su brutal banda sonora) y a su descarado afán escandaloso, con desnudos cada dos por tres y violencia gráfica a paladas.
FA 4770

No hay comentarios: