Otra película que trata de ir contracorriente, pero esta vez
lo consigue: dos hombres que se enamoran de la misma mujer, abocado todo a una
especie de “ménage-à-trois”, y llevado todo sin prejuicios ni didactismos. El
director es el alemán Tom Tykwer, que se dio a conocer internacionalmente con
“Corre, Lola, corre”, y después por proyectos en inglés como su mediocre
adaptación de “El perfume”, rodada en Barcelona y Girona, aunque simulara que
era Paris. Mezcla diversos estilos, es cine “de autor” reflexivo, toca incluso
el lado científico, para mostrar la incomunicación, la atracción sexual e
incluso la homosexualidad. Una pareja en crisis en el Berlín actual, Hanna
(Sophie Rois) y Simon (Sebastian Schipper), él trabajador de una empresa que
diseña aparatos para artistas y ella presentadora de televisión, se dan cuenta
de que su relación está en la rutina más peligrosa para la misma. Ella,
casualmente, conoce a un científico, Adam (Devid Striesow), del cual se sentirá
atraída. Por otro lado, Simon sufre un golpe cuando su madre le comunica que
padece cáncer terminal y morirá pronto. Él también descubrirá que padece otro
cáncer, de testículos, y se salva con la amputación de uno de ellos. Pero el
destino, ¡ay, el destino!, les reservará una jugarreta rocambolesca, ya que
conocerán ella y él a la misma persona, que cambiará sus vidas para siempre.
Tykwer mezcla asimismo varios estilos de filmación, como las escenas divididas
en varios recuadros, como los monitores de televisión en donde vemos varios
canales a la vez, y no se corta en varias escenas (la operación de extirpación
cancerosa del testículo, por ejemplo, como si fuera un documental para
estudiantes de Medicina), e incluso recurre al humor negro, muy alemán.
FA 4776
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