“Post Mortem”,
película del chileno Pablo Larraín y único filme latinoamericano en competencia
en el Festival de Venecia, fue elogiada el domingo por la exigente crítica de La Mostra que se quedó
encantada con la visión de Larraín del golpe de estado de Pinochet de
1973.
Pero esta película va más
allá de ser un simple retrato histórico, está también plagado de un
hermoso y deprimente lenguaje visual, además los personajes jugaron un papel
importantísimo, en especial el protagonista, Alfredo Castro, quien hizo el
papel del aterrador y sobrio, Mario Cornejo, trabajador de la morgue del
Hospital Militar de Santiago de Chile donde asiste impasible a la cascada de
cadáveres que se amontonan allí en las horas posteriores al golpe de Estado.
Su papel resalta porque a
su personaje, Mario, un tipo solitario, no parece llamarle especialmente la
atención o importarle la cantidad de cadáveres que llegan a la morgue, hasta el
punto de bordear la enajenación mental y su vida gira en torno a carencias
afectivas patológicas y el apoliticismo extremo, admira a Fidel Castro y vive
obsesionado con una bailarina de Cabaret.
La clave en Post Mortem es
la extrañeza brutal que provoca la tensión entre el comportamiento errático de
Mario y la carnicería golpista. “En Chile sigue habiendo un grupo disparatado
de personas que piensa que Pinochet es fantástico, aunque el consenso dice
ahora que las dictaduras ya no son bienvenidas. Pero eso no estaba tan claro
entonces. Las imágenes del filme están en la onda de ese estado mental. Por eso
su paisaje político es tan extraño, ambiguo y delirante”, dijo Larraín.
Eso es lo que gustó a la
crítica, con una larga ovación de seis minutos en que incluían varios gritos de
¡bravo!, de los más de mil espectadores, durante la hora y 40 minutos que nadie
se movió de su asiento. El filme es uno de los mejor criticados por los medios
junto a Meek’s Cutoff de
Kelly Reichardt y Somewhere de Sofia Coppola.
El diario Variety
destacaba, “el impresionante manejo visual de Pablo Larraín hace que Post
Mórtem sea una experiencia fascinante de ver”, en Italia los críticos de La Repubblica , Il Corriere
Della Sera, dos de los principales rotativos, así como del diario Il Manifesto,
dieron la máxima puntuación posible, cinco, al filme coproducido por la
mexicana Canana. En Francia el crítico Jacques Maldebaum, del prestigioso
rotativo Le Monde le concedió también la máxima nota a la película.
El filme, que tiene un
sombrío giro final, está inspirado en la vida real de Cornejo e incluye escenas
gráficas de la autopsia realizada a Allende luego de que supuestamente se
suicidara, escena que impactó a los asistentes por su magistral crudeza, “Es la
primera vez que un filme de ficción exhibe aquel hecho y seguramente eso va a
provocar una discusión y una polémica positiva”, destacó el actor Alfonso
Castro.
“Chile es un país maduro.
Después de 20 años de democracia puedes hacer una película como esta con dinero
público”, sostuvo Larraín en donde también opinó del actual presidente
Sebastián Piñera, “Es conservador, pero no puedo llamarle idiota”.
Post Mortem se perfila
como una de las favoritas del festival a ser premiada en La Mostra , ¿lo logrará?, en
tanto Pablo Larraín tiene ya en marcha un proyecto para la televisión en la
cadena HBO sobre los narcotraficantes en Chile.
FA 4822
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